sábado, 26 de abril de 2014

Uno es.

Uno no es así: sincero, duro, pesimista, alegre.
Uno es: su lucha por ser sincero, por parecer duro, por huir del pesimismo, por aparentar alegría.
Uno es la lucha por lograr lo que quiere ser: la felicidad, duda a secas, no gracias. 

martes, 22 de abril de 2014

¿Quieres patatines?

Si lo pienso bien, digo que esta Semana Santa fue lo puto mejor, y tan solo cinco días, que en verdad fueron tres.
Empecemos hablando que no soy buena conociendo personas, pero soy peor si me pones en medio de Uría, un diecisiete, esperando a personas que no vi en mi pequeña vida y claro, miras a los lados, esperando que pase algo, algo que no sé, que aparezca un koala y te ofrezca una bellota, pero no, miras a un lado y ves a tres personas que en cinco días te van a cambiar la vida, y te bloqueas, porque te bloqueas y lo primero que haces es dar la espalda y ponerte aún más nerviosa, te das la vuelta, y lo primero que piensas "¿le doy directamente un abrazo o qué?", lo segundo "¿por qué la gente es tan mazo alta?". Abrazas, abrazas a los tres muchachos, porque sí, porque están aquí, por fin.
Miras mal a un ex-superhéroe, te mira mal, y dices como única forma de huir de esa batalla de miradas "te quedas sin regalo super mazo guay", pero es un valenciano-gallego, y utiliza contra a ti lo de poner cara de pena, joder, ¡maldito gallego!
Llegas a un bar, y eres el ser más bajito y más nervioso de esa mesa, cuatro tíos con acento gallego hablan de sus cosas y en tres minutos te ponen una bebida delante tuyo que no sabes muy bien como sentirte, pero, te das cuenta de que en esa mesa alguien odia aún más esa bebida, os miráis, ponéis cara de asco, y seguís bebiendo. Luego, sin saber como ni por qué, estás delante de un tolai hablando de tres puntos, y sin saber por qué le regalas tu cómic favorito(cómic que desde ese momento va a abrazar más que a ti misma), luego os abrazáis como dos chiscadores margaritos, y luego, empiezas a hablar de un tema que hasta el día de la despedida no se va a acabar(ni estando cada uno en su casa se va a acabar).
Sidras, fotos, insultos, malas miradas, puntos, gallegos bordes, panes duros, y vídeos tuyos haciendo burbujas de jabón. Te sientas en las escaleras con el gallego, le cuentas una cosa de tu pasado, la gente normal te suele abrazar, él no, él te pega en el papo y te dice "nunca más eh" y esa hostia y esa frase te suena más sincero que todos esos abrazos o silencios que te han dado otras personas. Llegas tarde al coche, coche donde se encuentra tu famila, familia que saluda al chico gallego, chico gallego que saluda a tu famila, familia que te dice "no digas que es alto porque, en fin, cualquiera que se ponga junto a ti es alto".
Entonces, llega un veinte, un veinte de resaca, un veinte que subes a un tren medio muerta junto a tu amiga de tequila, llegas, sin saber como, a un calle, y sin saber como, encuentras a los tres valencianos con acento gallegos, te miran, la miran, se miran, y piensan "estas vienen borrachas", uno se va, lo demás, vamos a comer hamburguesas, entonces, llega esa frase, esa jodida frase que no vas a poder olvidar durante mazo tiempo, uno de los dos gallegos os miran a tu amiga y a ti y dice "¿queréis patatines?" Tres segundos de silencio, y pum, te ríes, será por el acento, será por la frase, será por la situación, será porque dormir dormir la anterior noche no, será por algo, pero esa frase queda en la memoria. Las tres de la tarde, Oviedo, lloviendo y haciendo sol, tú haciendo de guía, tú sin saber a donde llevar a dos turistas, tú sin fuerzas para andar, fácil, le llevas a ver prao, les llevas a laberintos, les llevas a no sé, les llevas por el mundo que vas a ver día día y pensar "ahí casi se mató el lerdo ese". Se te va el único apoyo femenino, y llega otro gallego, les llevas a comer, miras mal, te haces la borde, pero, sin saber como, siempre eres la primera(y en ocasiones) la última en reírte. Entonces llega ese momento de la tarde que dices la palabra chiscar, una simple y corta palabra chiscar y desde ese momento, el verbo chiscar, en bocas de valencianos, se vuelve el verbo más usado del mundo.
 Veintiuno, ese día que la gente(no todos) van a clase, tú, vas a la estación, tú vas a comer hamburguesas, tú vas a dar tortitas a personas que se van, tú vas a pasarlo mal. Llevas una camiseta de molar, mola tanto que te piden fotos, eso  no mola tanto, no sabes hacerte fotos(dices y piensas las 4364324365 fotos que tienes que tus amigas) pero es distinto, es mazo distinto. Intentas posar bien, y un anciano pasa por detrás tuyo y se tira un eructo, no ayuda(¿sabéis que los ancianos son como las palomitas?). Le das tú cómic favorito al ser más borde que existe, y como es un borde, le sueltas el regalo que tenías pensado en hacerle, entonces él, te dice "si me haces ese regalo, te doy mi libro favorito", le odias, le odias mucho, tanto que solo te sale mirar hacia otro lado y decir unos cuantos "mehs". Llevas repitiendo desde que te juntaste con todos "no quiero llorar pero voy a llorar", llega la persona que sin saber como, es la mejor persona que puedes tener allí en ese momento, abrazas a tú compañera de despedidas, cantas canciones de disney, hablas con ella de un tal Favman(que parece que murió o algo así). Las dos, quedan veinte minutos para uno de los momentos más difíciles, te quedas callada y miras al lerdo valenciano con acento gallego, piensas que le has dado un puñao de abrazos, o tal vez son muy pocos, piensas también que no has llorado, solo se te juntaron unas pocas lágrimas pero por lo menos no eres la única. El tren llega, das el puto último abrazo a ese chico que sin saber los motivos, vas a echarle de menos, abrazas al segundo tío que sin saber por qué, al final te alegró el día, abrazas al tercer chico que, sin saber su nombre, le abrazas, entonces, al pensar que es el último abrazo hasta verano, lloras, lloras como una adolescente americana que come helado de chocolate tapada con una mantas porque el estúpido de T.J le rompió el corazón, entonces, abrazas a tu colega de despedidas, y piensas "y si llego a hacer una Ted Victoria en la boda ¿qué?, le pido que cierre los ojos, me despido de los demás y me voy" Luego tu colega de despedidas y tú os quedáis mirando las putas ventanas y dices "¿te imaginas que ahora hacen un calvo?", os reís mucho, pero, pasa de una vez su ventana, y los ves, pum. Fin de la partida.

sábado, 21 de diciembre de 2013

En otro sistema solar.

Sabéis. Estoy a un paso de peatones de tirarlo todo y a todos por la borda. Pero siempre encuentro una canción, una estrella, un silencio, un excusa para continuar esta absurda historia.
Tengo 17 y sigo teniendo miedo a irme sola a la cama, sigo teniendo temor a tumbarme, taparme, y que la oscuridad me absorba tanto que hasta llegue mi corazón y le haga ser un agujero negro que se lleva toda la tranquilad que tengo dentro de mí. Tengo 17 años y esta mentalidad, que ni un poeta, o sí, no sé, no soy poeta, y con el camino que esto andando, no voy a llegar a serlo, ni poeta, ni pirata, ni directora, ni nada.
No soy ni una hija de dieces, ni una amiga para confiar. Día a día noto como mis padres tiran la toalla conmigo, que sus expectativas hacia mí no son altas y con que llegue al 5 son felices. Y duele. Día a día noto que estoy más afuera y no consigo encajar con mis amigos y conocidos. Y duele(Venga, va, que la gente me trata como a una simple moda o una tonta aplicación para el móvil.). Tengo 17 y estoy viendo que soy esa chica rara y espontánea que se encariña de todos fácilmente y luego esas personas encuentras a nuevas o viejas amistades y se olvidan de esa chica rara y espontánea.
¿Os cuento un jodido secreto? Sí, hablo de vosotros. Debo ser el ser humano más sensible, llorica, dramático del jodido mundo, pero llevo años en un eterno bajón, y no voy a poner bien porque sí, quiero razones, y vosotros os alejáis de mí, y eso me hundo más, porque, ¿para qué os preocupáis de mí un tiempo y luego pasáis? No os voy a decir "tía, chat ya" no, no quiero molestar en vuestras vidas, "tú nunca molestas" no, no quiero molestar vuestras nuevas amistades.
Tengo que ser diferente, tengo que cambiar, o eso me decías, pero mira, ahora estás tan lejos, que creo que me mentías, por razones que desconozco, pero, siento que el mundo está contra mío, que ni mi familia me mira con buenos ojos, que solo sirvo para estar sola en un cuarto, que las relaciones humanas no es lo mío.
Sí, rompí la promesa de que nunca me rendiría, me dí por vencida, pero, como coño esperas que siga sin noto que nadie confía en mí, si es la primera vez desde hace años que estoy sola completamente, tal vez, si me prestas tus ojos lo vea todo distinto, si noto que das un paso adelante y a la vez me das un empujón que me hace arrancar, si noto gracias a ti esas ganas de ir a ciertos puntos de España.


lunes, 9 de diciembre de 2013

Y es hora de retirarse.

Somos unos masoquistas emocionales, nuestros seres queridos nos advierten que estamos jugando con fuego pero nosotros seguimos mirando ese fuego que nos hipnotiza y que sabemos que nos puede quemar ¡hasta nos podemos quedar ciegos! Pero nosotros, seguimos con ese fuego, sin querer asumir la verdad y el dolor, y lo peor es eso, que sabemos la maldita verdad, sabemos que solo tenemos una puñetera anestesia que nos aparta el dolor, pero por un tiempo. Todo fuego se apaga, tarde o temprano se apaga, y en ese momento nos pilla abrazando sus calientes llamas, y caemos y nos quedamos, porque somos así de imbéciles que nos abrazamos a sus calientes cenizas y besamos las ardientes brasas, hasta que se enfría todo y no tenemos nada más.
Entonces, llega ese momento donde te pones junto a la hoguera mirando ese desastre, vuelves a ver la hoguera, vuelves a ver la silueta, pero no sientes el calor que te daba antes, ya nada va a ser igual, es imposible volver a esos tiempos, debes pasar negativo, cambiar de película, pero, en tu interior sientes que esa película no acabó aún, que queda la escena final, hasta que puede lograr existir una segunda parte. Pero, en tu interior, y tus seres queridos(y no tan queridos) te hacen "ver" que debes cambiar hasta de butaca de cine. 

domingo, 24 de noviembre de 2013

Y nos creemos poetas.

Entonces, cuando te da el segundo ataque en el mismo día, te das cuenta que necesitas un descanso para dejar estudiar. Pero no quieres, piensas que así el tiempo pasará más deprisa, que de esa manera te encontrarás ya en Septiembre 2014 en el lugar que deseas, que si te centras en estudiar te olvidas de que eres humano y de que tienes sentimientos.Agobio, apuntes por aquí, apuntes por allá, apuntes que no sabes donde los metiste, sentimientos salvajes aparecen y te acojonas. Andas tú tan tranquilo mareándote entre cifras, entre letras, entre subrayadores de distintos colores, pero, tu corazón te anda avisando que el tercer ataque anda cerca, notas sus pinchazos, te haces el fuerte y sigues, no puedes, paras, empiezas a recordar detalles, empiezas a sentir esas cosas, esas cosas que te hacían luchar, pero te das cuenta que esa persona ya no está aquí, que la persona que te hacía luchar ya no lucha por ti. Dejas de estudiar, empiezas a escribir, un triste y enfermo poema acompañado de el triste humo que sale de ti y de ese olor a whisky barato que ya pertenece a tu cuarto. Acabas, "yo quería ser pirata, no poeta" piensas mientras arrugas el poema, sabes que ya no va a ser lo mismo, que al oler ese olor, que al ir a ese bar, que al ver esa película, que al ponerte esa camiseta, que al volver a releer esos poemas, que al escuchar esa canción, no vas a sonreír, vas a hundirte. ¡Malditos seamos! Cuando estabais juntos os hacíais la misma pregunta "¿cómo será echarte de menos?" y ahora que lo sabéis, os arrepentís, ¿tanto cantar sin protección, solamente para sentir emoción?
Lo peor es que, no tenías elección, desde el puto principio sabías que vuestros caminos se iban a separar, pero, vosotros, como buenos masoquistas, empezasteis a andar por un camino que no existía, es más, llegaste a pensar, que nunca tuvisteis un camino juntos, solo que pegasteis los dos caminos, pero en ninguna situación ninguno abandonó su camino. Empezasteis por diversión, acabasteis por agobio, pero, si confiesas una cosa, te gustaba esa diversión, o bueno, aquello que llamaba diversión, para ti como aquello que ojalá nunca terminase, por eso saliste perdiendo, porque te mentiste, porque pensabas que tenías otra opción, ¿si el resto de las personas pueden, por qué vosotros no? Eh. Qué jodida mierda pasa para que vosotros no podías ahora mismo estar como antes, dime, ¿quién te va a dar ahora ese empujón?
El corazón se te acelera, de nuevo, pero esta vez no te duele, estaba vez solo acelera, entonces gritas y aprietas tus puños, sabías desde el principio que todo, en un futuro, sería distinto, tan distinto como ser unos desconocidos en calles iguales. Tú un poeta, un poeta que sueña ser pirata que sueña no sentir, o por lo menos, solo deseas sentir esos pinchazos que te da tu corazón.
Vuelves a perderte entre cifras, letras y mares de subrayadores de distintos colores, esperando con ansia el cuarto ataque, esperando con ansia que de una vez tu corazón comprenda que solo los exámenes te pueden ayudar a seguir para adelante.

miércoles, 31 de julio de 2013

Suerte.

No sé como me siento, es más, creo que no quiero saberlo. Porque sé que si me siento bien en unos minutos me sentiré mal, por algo o alguien, y si me siento mal volveré a pensar el "joder, no das una".
Son las cinco de la mañana, es verano, me tenía que estar emborrachando en una playa junto a mis amigos, pero estoy en casa, delante de una pantalla, bebiendo zumo y llorando o apretando las manos por rabia. Pero, de todo lo malo se saca algo bueno, o eso dicen. Yo acabo de recuperar una amistad, en otras palabras, vuelvo a ser ese ser humano amable, idiota, que pone buena cara sabiendo lo que está pasando en verdad. ¡Joder! Tenía que dejar de ser tan buena persona, mentir, manipular a los demás, como hacen ellos conmigo, pero no puedo, bueno, no sé si puedo, solo sé que ni lo quiero intentar. Porque comportarse de tal manera da asco, mucho asco.
Soy tan inocente, tan pequeña, por decirlo de una manera. Aún creo en las buenas personas, pienso que no es verdad que exista gente que pueda mentir y vivir tan tranquila, que manipule a personas para conseguir cualquier cosa para que sea feliz, únicamente ella. Y, lo peor es que confío, confío de una manera increíble, de cualquiera. Sé que no es lo correcto, sé que por confiar en cualquiera estoy tan hundida, tan destrozada por dentro, pero ¿qué queréis que haga?, está en mi naturaleza, es mi forma de ser.
Ser una persona tan inocente, tan buena es algo que en estos tiempos viene mal. Hoy en día no existe la confianza, hoy en día no puedes llamar a cualquiera "amigo" porque ese ser puede que te esté engañando, o bien para pasar un buen rato a tu costa o porque quiere conseguir algo de ti o simplemente porque le gusta sentirse "poderoso" sabiendo que te está manipulando. Pero, como en todos los casos, existen personas, y puede que confíe en cualquiera, pero daría parte de mis órganos por pocas personas. Tal vez esas personas me estén utilizando, o solo sea un plus porque soy la amiga de alguien o tal vez porque existe un pasado.
Puede, que después de tantos palos, de tantas desilusiones puede que nos convirtamos todos en seres manipuladores que solo piensan en uno mismo. Sería patético, la verdad.
No, me equivoco, es patético la forma de actuar de todos esos seres, y luego son los que dicen que el ser humano está avanzado, que evoluciona para bien. No señores, no, vamos para atrás, pero no por el mismo camino, hemos retrocedido mal, desviándonos de ese pasado que era único, del pasado que venimos. Pero, según esos seres avanzamos, y seguramente son esos que quieren un mundo justo, un mundo para bien, un futuro lleno de oportunidades y un suelo libre, son los que dicen eso por las calles o por las redes sociales para sentirse mejores personas, para poder decir "hoy ya hice mi buena obra" y luego solo mueven un dedo para que su futuro sea como el de serie de televisión, conseguir una pandilla de amigos como en "Como conocí a vuestra madre" y tener una vida como ellos. Sé que yo digo muchas veces que quiero un grupo así, pero no por lo de beber cerveza ni estar un bar ni vivir las cosas que viven ellos. Yo quiero un grupo así ,porque entre ellos, entre unos personajes creados de la nada, existe confianza, existe esa amistad que hoy en día no encontrarás fácilmente. A mí me da igual estar en un bar como en una carnicería, beber cerveza como Fanta de limón, es más, no quiero ni vivir las cosas que muestran en la serie, solo quiero tener un puñado de amigos verdaderos, pero, viendo como es el ser humano, ya no seré tan buena, y en breves. dejaré de ser una persona inocente.

domingo, 21 de julio de 2013

Soy de tragar de todo menos el orgullo.

No te entiendo, y creo tener una idea clara en mi cabeza, pero mi corazón dice un constante "por favor, que no sea eso, seguro que no es eso, por favor". Pero aquí nadie habla, aquí todo el mundo hace su vida e ignora esas horas, esas sonrisas, esos sentimientos que nacieron con unos minutos, todas esas cosas buenas, pero, el ser humano es especial, e ignora las cosas buenas, increíbles diría yo, pero se acuerdan de cada centímetro de las cosas malas.
¿Sabes lo peor? No tienes ni idea de lo que este ser tan pequeño puedo sentir por ti, no tiene ni puta idea de que lo que podría hacer por ti, y eso jode mucho. Soy más, soy mucho más, no soy un insecto indefenso y sin ganas de luchar, me callé tanto en el pasado que ahora tengo más fuerza, y la malgasto escribiendo, pero no a ti, si no para ti.
Puto orgullo que no me deja decirte todo esto, que no me deja ni ponerte un simple "hola", pero el orgullo no es tonto, el orgullo actúa como actúa por el pasado, porque sabía que tus "siempre estaré contigo" eran falsos, o por lo menos, tenían una fecha de caducidad cercana. ¡Joder! no puedo seguir así, te odio y te quiero, pero cuando pienso en las cosas buenas, las malas aparecen, vienen tus falsas promesas, las peleas, los "lo siento, no me iba el móvil" que significaban que no querías hablar. Pero, soy un ser humano que piensa, el triple de lo normal, y cuando piensas tanto en cosas que te destrozan, al final de tanta oscuridad quieres un poco de luz que te haga sentir bien, seguro, y pienso, pienso en esas promesas que nos hacíamos, en todos esos planes del futuro, de todos esos besos que nunca se darán, en esos sentimientos que me dejaban con una sonrisa de idiota todo el día.
Ojalá tenerte más cerca, ojalá que te tirarás a la piscina, pero, te llego a comprender, odio no saber como es tu voz, ni como suena tu risa. Quiero saber como es esa cara enfadada, quiero saber como es sentir tus brazos en mi cintura, quiero sentir como me pongo de puntillas cada vez que quiero abrazarte. Y hace unos días te hubiera dicho que pronto, que pronto lo sabría, que solo era esperar y listo, pero ahora te digo que nunca lo sabré, ¿puede que sea lo mejor? no lo creo, o puede que sí, el dolor es grande, pero sé que sería mayor si supiera como es sentir todo junto a ti, como es tu risa y cuales son tus puntos para hacerte cosquillas. Sería peor porque tendría que hacerme a la idea de ir día a día sin tenerte en mi rutina, ¡mierda! tú ya estabas en mi rutina, cada jodida mañana leía tus buenos días, cada noche recibía tus buenas noches. El día era hablar contigo, y, no me gusta mentir, era jodidamente feliz junto a ti y en ocasiones quiero tragarme el puto orgullo y volver a la rutina, pero soy de tragar de todo menos el orgullo, y me quedo callada, sin poder hacer nada, llámalo orgullo, que es un noventa y cinco por ciento, pero por un cinco por ciento, lo podríamos llamar hasta miedo. Miedo a saber que ya has llenado ese minúsculo hueco que te dejé, miedo a sentir que dices a otra las mismas promesas o, miedo al rechazo. 
Para la poca vida que tengo, creo que viví las suficientes experiencias para saber que hacer en estos casos, pero ¿y sí en este caso quiero hacerlo mal? o simplemente ¿y si en este caso debo hacerlo mal?