sábado, 17 de marzo de 2012

Y de pequeña me creía una leona.

Observar que has crecido por simples cosas. Tu cuerpo cambia, para bien o para mal, tu mente empieza a conocer mundo, pero eso no cambia que desees cada día ir bajo el mar con Ariel o volar hacia Nunca Jamás con Peter Pan.
Pero de las primeras cosas que ves al crecer es que tendrás que matar tú y solo tú los dragones para ver a una de esas importantes personas, que ya no es divertido ser invisible y que el mínimo error en tu cuerpo será algo perfecto para que los demás se metan contigo.
Yo he crecido, sigo llorando con Andy y Mufasa, sigo abrazando para encontrarme tranquila, sigo riéndome ante los problemas, sigo haciendo cosquillas a mis miedos, sigo matango dragones sola o con mi ejercito, sigo cabalgando en mi pony con manchas, sigo salvando a las princesas, me quedo embobada con los cuentos y ¿sabes qué? me da igual ser invisible, es más, me encantaría ser de verdad invisible. Me da igual tener mil defectos, yo vengo de un espermatozoide y un óvulo y tú también, pero yo me crié en un paraíso, o eso dicen.

No hay comentarios:

Publicar un comentario